Applied Viability pronostica que los seguros vinculados a préstamos, los seguros con cobertura temporal, los seguros con evaluación del riesgo y los relacionados con las pensiones serán los productos más demandados en los próximos años.

Con la reactivación de las hipotecas, comienzan a recobrar importancia los seguros vinculados a préstamos con coberturas de vida (fallecimiento e incapacidad), de protección de pagos (ILT, Desempleo y Hospitalización), de hogar, y todos ellos con servicios adicionales, que dan un valor añadido valorado por el cliente.

Por otro lado, según comenta Olga Gallego, principal de Applied Viability, “estamos frente una demanda mayor de seguros con cobertura temporal ante los nuevos servicios y necesidades que están surgiendo. La innovación por parte de las empresas por ofrecer nuevos productos, por ejemplo, alquiler de coches por horas o alojamientos en casas por días, hacen necesario diseñar pólizas específicas para cubrir este tipo de riesgo temporal con seguros de contratación fácil y automática”.

También la digitalización y las nuevas tecnologías están permitiendo a las compañías aseguradoras obtener mayor información de asegurados, para poder tarificar todo tipo de seguros, tanto bienes como personas por lo que probablemente aumenten los seguros con evaluación de riesgo y tarificación considerando la información obtenida gracias a tecnología y wearables.

Esto influirá en las pólizas de automóviles, que se tarificarán teniendo en cuenta factores ya considerados como siniestralidad o localización, y otros adicionales relacionados con comportamiento y respuesta de conductores a estímulos, espacio de desplazamiento, costumbres en términos de conducción y cambios de las mismas en el tiempo, ... para los que la información se obtendrá gracias a la tecnología. 

Futuro de las pensiones

En cuanto al futuro de las pensiones la consultora de Applied Viability explica, “esta incertidumbre es provocada por el cambio en la pirámide poblacional, escasez de recursos para ahorro y el entorno de bajos tipos de interés. Por ello, sería necesario un sistema con mayores ventajas fiscales para el ahorro, incentivar a clientes y compañías para la creación de productos que ayudasen a tener mayor renta disponible en jubilación (ej. Recibir una renta a cambio de un activo), o incluso que parte de la cotización a la Seguridad Social fuera para un sistema privado de forma consensuada entre todos los actores sociales”.