El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, lo dejó ayer claro en el Congreso de los Diputados: "En ausencia de incrementos adicionales de los ingresos, el ajuste se produciría principalmente a través de una disminución de la tasa de sustituciones de las pensiones públicas".

Durante su comparecencia en la Comisión de Presupuestos señaló que para el futuro la clave consistirá en "alcanzar un equilibrio entre las tasas de sustitución de nuestro sistema de pensiones que se pretenden asegurar y los ingresos necesarios para garantizar la sostenibilidad del sistema". Fue más allá y apuntó que los análisis actuales concluyen que las tasas de sustitución actuales -elevadas en comparación internacional, aseguró- "exigiría incrementos muy significativos de los ingresos del sistema.

En este marco realizó un llamamiento a que cualquier estrategia de reforma que se elija pase por aumentar la transparencia del sistema y refuerce la relación entre contribuidores y prestaciones y mantenga un mecanismo de ajuste que garantice el equilibrio financiero.

Repasó la propuesta del Gobierno para los presupuestos y destacó que se establece un aumento de las pensiones mínimas y de viudedad de un 3% y un 2%, respectivamente. Las pensiones contributivas más bajas crecería en la horquilla del 1% y el 1,5%. En su conjunto las pensiones contributivas aumentarían un 1% frente al 0,25% establecido en la fórmula de revalorización. Este aumentó hará que el gasto en pensiones se intensifique en un 3,5% este año.

2050, 21% del PIB

Linde vaticinó que el gasto público en pensiones, sanidad y cuidados de larga duración alcanzará en 2050 el 21% del PIB de España con subidas de entre el 1,5 y 2 puntos porcentuales durante las próximas tres décadas.