Los expertos reunidos en Sevilla con motivo del 'Día del Fuego' organizado por Tecnifuego en colaboración con Cepreven han puesto sobre la mesa los 3 nuevos riesgos que han incrementado los incendios en los últimos tiempos. Reconocen que aumenta la magnitud del problema y que los siniestros son cada vez más rápidos y virulentos.

1.- Energía fotovoltaica

El primer riesgo analizado ha sido el de la energía solar fotovoltaica, cada vez más presente en el mix energético. "La energía fotovoltaica superó en enero de 2025 la producción de energía eólica", ha recordado Regina Utrilla, responsable de relaciones con los organismos de control de Tecnifuego. Aunque positivo, este crecimiento plantea riesgos, ya que "cuando una tecnología se expande de forma tan acelerada, a menudo la regulación, los controles de calidad y las medidas de prevención van por detrás".

En la misma línea, desde el Cuerpo de Bomberos de Sevilla, José Joaquín Palma ha advertido que la ubicación de estas instalaciones en cubiertas añade riesgos para la extinción. Por eso, subraya la importancia de limitar la propagación del fuego: "El riesgo de inicio no siempre lo controlamos, pero sí podemos minimizar su propagación con materiales adecuados y protegiendo los puntos críticos, como las cajas de conexión".

2.- Edificios en altura

En segundo lugar, apuntaron a los edificios en altura donde la complejidad arquitectónica multiplica las dificultades de evacuación e intervención. A la altura se suma, además, el empleo de nuevos materiales –muchos de ellos no probados contra el fuego– por lo que los expertos exigen una regulación más exigente.

3.- Baterías de ion-litio

La jornada ha puesto también la mirada en la proliferación del uso de baterías de ion-litio, cada vez más presentes en vehículos eléctricos, hogares y dispositivos electrónicos. El director general de Cepreven, Jon Michelena, ha aportado datos reveladores: "En Estados Unidos se registraron más de 1.600 incendios vinculados a estas baterías en 2023, con más de un centenar de víctimas mortales. No es un problema futuro, es ya un problema actual".

En paralelo, desde el sector asegurador, Javier Mata, de Helvetia, ha advertido que las baterías suponen un desafío creciente para la gestión de riesgos, lo que obliga a realizar evaluaciones previas, aplicar medidas de sectorización y desplegar nuevas políticas de prevención.

Antonio Tortosa, vicepresidente de Tecnifuego, recordó que los incendios provocan cada año 249 muertes y pérdidas superiores a los 600 millones de euros. "Nos enfrentamos a incendios cada vez más rápidos y virulentos, impulsados por baterías de ion-litio, nuevos materiales de construcción y falta de control". Ante esto, reclama medidas urgentes como la instalación obligatoria de detectores de humo en todas las viviendas, la incorporación de barreras cortafuegos y vías de evacuación eficaces, y la obligatoriedad de contar con profesionales cualificados para instalación y mantenimiento de sistemas de protección.

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