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La presión que ejerce el encarecimiento sostenido de los servicios sanitarios está llevando a las empresas a reforzar sus políticas de salud corporativa. Según el informe global 'El cambio en la salud de los empleados', elaborado por Howden, el 67% de las compañías ya aplica programas de prevención y bienestar para frenar el impacto económico del alza de costes. La mayoría del tejido empresarial —el 93%— anticipa nuevos incrementos en 2026, cuando la inflación médica se situará en el 7% neta del IPC.

El estudio evidencia que la salud se ha convertido en un elemento central para la retención de talento: el 61% de los empleados afirma que permanecería en una empresa con un plan sanitario sólido y casi la mitad lo valora como un factor clave al cambiar de empleo. Sin embargo, persiste una brecha entre expectativas y realidad: 1 de cada 4 trabajadores considera que su compañía no cubre sus necesidades.

La apuesta por la prevención se extiende a todas las regiones, con Europa a la cabeza (74%). Este movimiento responde a un contexto en el que las empresas, pese a que el 86% cree obtener un buen retorno de inversión en salud privada, buscan optimizar recursos: un 23% ya ha cambiado de proveedor y el 39% planea hacerlo.

Glenn Thomas, CEO de Salud y Beneficios para Empresas en Howden, alerta de que las organizaciones que no sitúen el bienestar en el centro tendrán dificultades para sostener productividad y crecimiento.

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